Description
Dos hombres iban a representar en la conquista y colonización de California los intereses de la Iglesia y del Estado. Por parte del Estado surgió un hombre de gran carácter y habilidad; su nombre era José de Gálvez. Por parte de la Iglesia surgió la figura extraordinaria del último de los conquistadores. Fray Junípero Serra, quien, no con la espada sino sólo con la Cruz, conquistó para México una extensa provincia y para Dios un mundo de cristianos, preparando además para los Estados Unidos un terreno fértil donde germinaran sus ideas de libertad y democracia plantadas ahí, como en raíz, por los misioneros franciscanos.
José de Gálvez, que había venido como Visitador Real de México en agosto de 1766, dio el primer impulso a la conquista material de California; pero su regreso a España en 1769 hubiera dejado trunca la obra si no hubiera tomado su dirección el valiente y decidido misionero fray Junípero Serra.
El padre Serra nació el 24 de noviembre de 1713 en la pequeña población de Petra, en la isla de Mallorca. Profesó en la orden franciscana el 15 de septiembre de 1731 y, después de haberse ordenado sacerdote, fue nombrado catedrático de la: Universidad Luliana en la ciudad de Palma. Aunque desempeñó su cargo con gran aplauso de todos, sintió fray Junípero que su vocación estaba en tierras de América a donde se encaminó el día 13 de abril de 1749 después de despedirse tiernamente de sus padres a quienes sabía muy bien —104→ que no volvería jamás a ver sobre la tierra. Iba destinado al Colegio de «Propaganda Fide» (para la Propagación de la Fe) en la ciudad de México.
Fue pronto designado a las misiones de Sierra Gorda, lugar agreste en la zona tropical del noreste de México que no había podido ser subyugado por las tropas de los virreyes; lugar en que, a pesar de la abundante vegetación, morían los indios de miseria. Fray Junípero, aunque ardiendo en deseos de convertir a esos indios a la fe, se dio cuenta de que, antes de poder resolver sus problemas espirituales, esas gentes necesitaban saciar su hambre. En los nueve años que duró fray Junípero trabajando ahí, no sólo aprendieron los indios a producir abundantes cosechas para su alimentación, sino que lograron empezar un activo comercio de las semillas sobrantes con los más apartados lugares de México. El padre Serra aleccionó a los indios para que cambiaran sus cereales por ganado, herramientas o vestidos. La alimentación de los indios no sólo aumentó en cantidad sino que mejoró en calidad, pues el misionero introdujo el cultivo de legumbres. Las trojes de las misiones que antiguamente no podían sostenerse sin ayuda ajena, llegaron a almacenar cinco mil fanegas sobrantes de maíz
En 1758 las misiones de Texas se encontraban en gran necesidad de misioneros debido a que, por una gran conflagración de los indios salvajes, varios misioneros habían sido asesinados y los demás habían huido en desbandada. Fray Junípero fue mandado traer de las misiones de Sierra Gorda al colegio de San Fernando con destino a las misiones de San Sabá en la provincia texana. Pero, a pesar de que fray Junípero se encontraba preparado para emprender el viaje de más de cuatrocientas leguas para sustituir a los mártires de San Sabá, circunstancias de índole administrativa difirieron su viaje. Los superiores religiosos le encomendaron entonces la misión de predicador en las zonas de Mezquital, las Huastecas, Tabuco, Tuxpan, Oaxaca, Tabasco, Tamiagua, Río Verde, etc., etc. Fue, pues, el padre Serra de pueblo en pueblo por casi nueve años anunciando las buenas nuevas del Evangelio a toda clase de gentes y dicen sus biógrafos que los frutos habidos en conversiones fueron muy numerosos.
A esta sazón, el visitador José de Gálvez, recién llegado de España, pidió en 1767 al rector del colegio de San Fernando que proporcionara misioneros para la colonización de las Californias. ¿Quién más indicado para esta delicada labor que el padre Serra? Ni siquiera se le consultó. Se le ordenó volver inmediatamente a México y ahí se le notificó que, en unos cuantos días, debería salir por el puerto de San Blas hacia su destino en la California. Él iría como superior de la compañía de doce misioneros franciscanos que habían sido destinados también a esa misión. El 14 de julio de 1767 salió fray Junípero —105→ del colegio de San Fernando de la ciudad de México hacia el pueblo de Tepic donde debería de esperar a los otros misioneros.
Como tardaron éstos algo en llegar, fray Junípero aprovechó la espera para reunir ganado, implementos de trabajo y ornamentos de iglesia para las misiones. Por fin, venidos los misioneros y estando todos los preparativos terminados, salieron del puerto de San Blas el 12 de marzo de 1768. Después de diecinueve días de travesía por mar, desembarcó el padre Serra con sus doce misioneros en la Rada de Loreto, capital entonces de la California, el primero de abril de 1768.
Additional information
Peso | N/D |
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Talla | M, L, XL, XXL |
Color | Blanco, Gris, Azul, Negro |
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